Capítulo 5: Riboc 3-0 Rocamora

LA LINEA DE TRES CUARTOS ES TAN FUERTE COMO SU TACLEADOR MAS DEBIL

Esta vez el partido arrancó muy temprano. Para mí arrancó el lunes 2 de julio a las 7 am, me estuve preparando toda la semana para poder jugar, como se merece. No arrancó el domingo 1 porque estaba disfrutando el triunfo del sábado anterior, tampoco hay que enroscarse.

Llegué temprano a Ciudad. No estaban ni los que cuidan los autos, esos que después te quieren cobrar como si hubiesen estado adentro calentandote el asiento... Como no había nadie, me tomé la delicadeza de abrir todas las duchas del vestuario para que cuando llegara el resto del equipo estuviera calentito; se deben haber dado cuenta porque me tuve que poner la gorra, el vapor me hizo pelota los rulos...

Empecé a vendarme, manso y sin apuro. En el derecho fueron dos vendas y cinta para estribarme un poco el tobillo -que anduvo choele, digo joya.

Entramos en calor. Creo no equivocarme (y espero que también opinen los que tienen más años en el torneo) pero deben ser contadas las veces que 8:45 hubo 18 tipos precalentando antes del partido, y en invierno. Ah, y sobrios...

Hay que rescatar el buen humor previo, clave para empezar el partido bien concentrados y unidos.

1ºTIEMPO

De entrada no se auguraba el despliegue que luego iba a tener. Yo estaba con ese temor que tuvo Martín Palermo ante River -por la Libertadores, con la Bombonera llena-, cuando volvió de una lesión que lo tuvo un largo tiempo sin jugar; pobre, le costó darse vuelta entre tres jugadores y clavarla abajo para que todos estallemos de alegría. Todos, porque este personaje estuvo en la cancha ese día en su primer visita a la Bombonera (IN CRE I BLE).

Se puede decir que en seguida tomamos el dominio de la pelota, quizás no con tanta contundencia como otra veces, pero sabíamos que a este equipo también le gustaba jugar con el balón al pie.

El Gato hizo honor a su apodo (yo al principio pensaba que era por la cara que tiene en la foto carnet, invito a mirarla) y se elevó, y se elevó para sacar una pelota que pedía gol ante un cabezazo de la marca de... ¡chan! el que lo sepa no lo diga...

De ahí en más todo fue negro y blanco. La claridad de un lateral para meter un pase en cortada milimétrico, una corrida feroz, una flecha por la izquierda que se aproximaba al arco al grito "¡Aurelia, vienen lo indio!", el empujón hacia el arco, un festejo y la queja al árbitro por anular tamaño gol, que digo gol, ¡recontra golazo!

Seguimos armando jugadas. Corner a favor. Acercándome al área se me arriman dos marcas. Yo tranquilo, Javi sabe adónde tirarlo. Viene la pelota, me elevo en el punto penal, lo suficiente para darme cuenta que el Topo se va quedando pelado de atrás para adelante, lo suficiente para que este detalle me distraiga y mi cabezazo encuentre al arquero en el medio de la trayectoria...

Mucha presión, los dos equipos presionaron mucho, pero el desgaste lo sufrieron ellos.

Gol después de un centro de Osqui con mucha rosca...

El dúo dinámico en nueva carrera vertiginosa tiene la posibilidad de liquidar el partido antes del cierre del primer tiempo pero un defensor se interpone y evita el gol, o una nueva posición adelantada (este árbitro siempre nos caga una o dos veces).

Hubo puterío en el vestuario, hay que decirlo. Se comenta que Juan Troulh puso anfetaminas en el bolso de Emi y se armó el quilombo. La cuestión es que entró. El Negro le dijo "date dos vueltas a la cancha antes de entrar", él fue, le dio dos vueltas al monumental y volvió. No para este muchacho...

2º TIEMPO

El segundo tiempo fue muy controlado, el único momento de calor que se pasó Nacho lo cortó con la que fue su amarilla mejor ganada: patada de atrás al que se iba solo, perfecto, sutil.

En la derecha se vio a un Franco más que sólido: claro en la salida y con buena marca. Llegué a verle flotar sobre su cabeza el espíritu del Ampolla, que le debe haber dedicado un rezo desde algún casamiento lejano.

Voy terminando porque me extendí mucho.

Muchas pilas para el próximo domingo. Estemos temprano como la vez pasada, concentrados y recordando las cosas básicas que tenemos que hacer todos: saltar a cabecear siempre, aunque sea para molestar; hacer foul en mitad de cancha o cuando arranca la jugada si vemos que es peligrosa; agarrar de la camiseta para no tener que pegar; si hay que pegar procurar llevar al rival hasta el sector de Juan Liyo, que el sabe pegar bien. En fin, todas cosas que hacen al buen futbol.

Salú