El miércoles 1 de agosto habrá una nueva reunión de RIBOC, la segunda del año (desde que se formó el nuevo grupo). Aunque todavía no se sabe exactamente el lugar, sí está claro que el objetivo es hablar un poco del equipo. Tras la derrota del sábado, se decidió que lo mejor es juntarnos, compartir un momento y poder hablar del juego, de la función de cada uno y de los problemas que hay que resolver.
Si bien es necesario que seamos muchos, y en lo posible todos los que conformamos el equipo (entiéndase los que van a los partidos y no los que están en la lista de buena fé), se sabe que habrá alguna ausencias, como la de Juan Trouilh y su imperdible teléfono celular, que seguro fue uno de los primeros del mercado. Además tampoco irán: ese muchacho de rulos que corre rápido y juega bien, que si mal no recuerdo (hace mucho no aparece) se llamaba Seba; ni un tal Emi, que dicen por ahí que juega de delantero pero nunca se lo vio en la cancha o por lo menos pasa desapercibido con facilidad. A pesar de estás ausencias y algunas otras, el espíritu de RIBOC estará presente y seguirá buscando la forma de volver a los logros de antaño. El jueves les cuento que pasó.
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